Esta noche Miko ha dormido fatal. Tiene muchos mocos, y tosía. Para colmo, parecía que le dolían los oídos. Así que estuvimos de juerga unas cuantas noches. Hubo algun momento de crisis noctámbula, cuando al jodío se le ocurrió ponerse de juerga (literalmente) y no había quien le convenciese de que la casita que estabamos construyendo en su cuna cumplía las medidas de habitabilidad establecido por el ayuntamiento. Total, que por la mañana decidimos que mejor no iba a la guardería y que yo me quedaría en casa hasta que Selin volviese de su primera clase de catalá.
Miko se despertó de muy buen humor (como hace siempre), y a pesar de haber pasado tan mala noche, al abrir la persiana su comentario fue un "Hace un día estupeeeeendo!!!", que claro hizo que mi carencia de sueño pareciese más dulce :-)
Esperemos que esta noche se presente mejor. Aunque para empezar, la criatura lleva media hora en la cuna, a oscuras, redecorando "la cocina" que ha construido con ayuda de la tortuga, la oveja y su ratón Yuxtaposición...
Que cruz.
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